Acompañar es parte de la labor de los padres, en los diferentes espacios en los que se desenvuelven nuestros hijos, en cada etapa de su desarrollo.
Implica, la existencia de un vínculo afectivo con las hijas e hijos; un canal de
comunicación en doble vía y sin duda, se basa en una relación de cuidado. Se transmite
un mensaje de “me interesas”, “me importas”, “te cuido”.
Cuando acompañamos, contribuimos a la
formación socioemocional de los niños y niñas, prevenimos conductas de riesgo
como la delincuencia y consumo de sustancias psicoactivas; y también, apoyamos
el rendimiento académico de los mismos.
En algunas ocasiones, madres, padres y cuidadores no tienen la
posibilidad de estar mucho tiempo con sus hijas e hijos debido al trabajo u
otras circunstancias, pero siempre existen alternativas para estar comunicados
con ellos.
Llamarlos 1 o 2 veces al día o enviar mensajes de texto, de voz o por
WhatsApp, si ya tiene la edad adecuada para hacer uso de un teléfono
inteligente, son ejemplos de acciones prácticas que le pueden mostrar a
nuestros hijos que usted está acompañándolos en su vida diaria.
En sus conversaciones es útil recordarles las reglas establecidas como por ejemplo, los horarios de juego, de uso de la tecnología y de hacer las tareas.
Acompañar es <<estar presente>> en la vida de sus hijas e
hijos de manera constante, se trata de generar vínculos de cuidado basados en
la comunicación.
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