Conseguir que un hijo o hija empiece a respetar a sus padres no siempre es fácil. Normalmente no es una dinámica relacional que aparezca de manera espontánea por el simple hecho de guardar una relación directa de parentesco.
Cada familia y vínculo entre la mamá/el papá con un niño o
niña es diferente, sin embargo, hay aspectos generales que nos pueden orientar
a la hora de gestionar la crianza de los niños.
1. Establece líneas que no hay que cruzar
Es importante tener muy claro qué tipo de comportamientos
son totalmente inaceptables y diferenciarlos de otros que simplemente son
indeseables pero tienen una importancia menor.
Es muy importante, pues, establecer desde el principio qué es aquello que no se va a tolerar de ningún modo, como padres se debe actuar de manera consecuente y no mostrar inconsistencias a la hora de aplicar estas normas de respeto.
2. Cuando se incumpla algo, exige una conducta compensatoria
No es una manera de vengarse. Debemos enseñar a ofrecer una
disculpa y promover la reparación del daño causado.
3. Haz cumplir las normas de manera inmediata. Corrija oportunamente
En el momento en el que se incumpla una norma, es
importante exigir la conducta de
inmediato, no esperarse a un momento en el que sea más cómodo.
Es necesario corregir, mostrar la forma correcta en que se debe actuar y castigar, que es asumir la consecuencia de una falta cometida.
4. Da ejemplo
Nuestros hijos aprenden por imitación y deben tener
referentes de comportamiento adecuado en sus padres o madres, de modo que
no les cueste adaptarse a la sociedad y a la convivencia con los demás.
5. Considere las normas, como una manera de proteger.
Las normas son necesarias, establecer normas es una forma de
demostrar el amor hacia nuestros hijos, permite
que nuestras relaciones sean de mejor calidad y, en general, que
disfrutemos mejor de la vida en compañía del resto.
Tomado de: https://www.colegiomountvernon.edu.co/escuela-de-padres-virtual
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