–
Sea consistente con los acuerdos y normas que establece. En ocasiones, cedemos
para evitar conflictos, pero la firmeza con los límites es necesaria y les
ayuda a entender qué esperamos de ellos y hasta dónde pueden llegar. Además,
les brindan seguridad y les marcan pauta para su actuar, inclusive cuando no
estamos presentes.
– Los
límites deben ser claros para toda la familia. En la crianza hay aspectos no
negociables: valores, principios y todo aquello que pueda vulnerar la
integridad de otras personas. Con niñas y niños que aún no hablan empiece por
crearles rutinas adecuadas, que permitan saber qué esperar y desarrollar
la autorregulación.
–
Busque otras formas de motivar a sus hijos. Anímelos a practicar las
habilidades, a realizar el comportamiento una y otra vez hasta que lo logren,
y celebre con ellos cada avance.
–
Enséñeles a sus hijos a anticipar consecuencias de sus acciones. Puede
ayudarles a identificar las consecuencias propias de la situación; por ejemplo:
que si bota su juguete al piso se puede dañar y no puede volver a jugar con él,
o que tratar mal a otras personas puede hacer que se dañe la relación o que
llegar muy tarde a casa puede representar riesgos para su seguridad.
El
proceso de crianza se debe dar a través del acompañamiento basado en el
respeto mutuo y el amor, lo cual promueve pautas para que niñas, niños y
adolescentes aprendan a través del ejemplo, de las rutinas y el respeto.
https://aprendiendoaserpapaz.redpapaz.org/boletin/boletin-aprendiendo-a-ser-papaz-conectadosparacuidarnos-para-que-nuestros-hijos-entiendan-y-respeten-normas-y-limites/2572/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario